Visitas [!]

Mostrando entradas con la etiqueta Libros. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Libros. Mostrar todas las entradas

martes, 7 de septiembre de 2010

El cuervo -


En una noche pavorosa, inquieto.
Releía un vetusto mamotreto,
cuando creí escuchar
un extraño ruido, de repente
como si alguien tocase suavemente
a mi puerta: «Visita impertinente
es, dije y nada más » .

lunes, 19 de julio de 2010

Sobre heroes y tumbas -


Capitulo 1: El dragon & la princesa (Parte numero V) - Paginas 30 & 31 [Fragmentos]

-Pagina 30:- [...]

Mientras sus ojos se nublan un poco más, acentuando ese brillo lacrimoso que tienen los ojos de los hombres que nunca se sabrá si se debe a causas puramente fisiològicas o si, de alguna manera,, es consecuencia del recuerdo, la notalgia, el sentimiento de frustación o la idea de la Muerte, o de esa vaga pero irresistible melancolìa que siempre nos suscita a los hombres para la palabra FIN colocada al tèrmino de una historia que nos ha apasionado por su misterio y su tristeza. Lo que es lo mismo que decir la historia de cualquier hombre,pues, pues: ¿Què ser humano existe cuya historia no sea en definitva triste o misteriosa?

-Pagina 31:- [...]

Pues no hay hombre que en ùltima instacia merezca el desdèn y la ironìa; Ya que, tarde o temprano, con divisas fuertes o no, lo alcanzan las desgracias, las muertes de sus hijos,o hermanos, o su propia vejez y su propia soledad ante la Muerte. Resultando finalmente más inválido que nadie; Por la misma razón que es màs indefenso el hombre de armas que es sorprendido sin su cota de malla que el insignificante hombre de paz que ,por no haberla tenido nunca, tampoco siente nunca su carencia...

miércoles, 7 de julio de 2010

Sobre heroes y tumbas -


Capitulo 1: El dragon & la princesa(Parte numero V) - Pagina 27 [Fragmento]

La "esperanza" de volver a verla (reflexionó Bruno con melancólica ironía). Y también se dijo: ¿No serán todas las esperanzas del hombre tan grotescas como éstas? Ya que, dada la índole del mundo, tenemos esperanzas en acotencimientos que, de producirse, sólo nos proporcionarían frustaciòn y amargura; motivo por el cual los pesismitas se reclutan entre lo ex esperanzados, puesto que para tener una visión negra del mundo hay que haber antes creído en Él y en sus posibilidades. Y todavia resulta mas curioso y paradojal que los pesimistas, una vez que resultaron desilucionados, no son constantes y sistematicamente desesperanzados, si no que, en cierto modo, parecen dispuestos a renovar su esperanza a cada instante, aunque lo discimulen debajo de su negra envoltura de amargados universales, en virtud de una suerte de pudor metaforico; como si el pesimismo, para mantenerse fuerte y siempre vigoroso, necesitase de vez en cuando un nuevo impulso producido por una nueva y brutal desiluciòn...