"Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado. ¿Cómo
podríamos reconfortarnos, los asesinos de todos los asesinos? El más
santo y el más poderoso que el mundo ha poseído se ha desangrado bajo
nuestros cuchillos: ¿quién limpiará esta sangre de nosotros? ¿Qué agua
nos limpiará? ¿Qué rito expiatorio,
qué juegos sagrados deberíamos inventar? ¿No es la grandeza de este
hecho demasiado grande para nosotros? ¿Debemos parecer dignos de ella?"
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